En el mundo de inmediatez donde no puede pasar un segundo sin que llenemos los servidores devorando watts, que con absurdo eufemismo llamamos “la nube”, de mensajes, fotos y videos banales. Y en este mundo donde deseamos que nuestra banalidad distribuida se vuelva viral, pues en este escenario Julio Llamazares cuenta una historia de amor, desamor y frustración por la literatura y por tanto también por la vida, donde la creación literaria existe como fin mismo y no como mecanismo que alimente nuestro ego y nuestras inseguridades.

A través de una sorpresa post mortem se habla del amor por el acto de crear historias en papel, pero también de mantenerlas en la realidad, pagando todos los impuestos que la vida impone, incluyendo secretos al salir a la luz la demuelen.