A pesar de la corta vida de Simone Weil su obra es increíble, y mi primera aproximación a sus letras, es este ensayo que habla sobre lo absurdo y lo banal que puede ser el lenguaje cuando es utilizado por gente absurda y banal, dotándole de una ductilidad peligrosa, ya que Weil analiza a través de varios ejemplos como el intelecto (particularmente la falta de éste) es un factor para que las palabras permitan el avance o la destrucción de la sociedad que las creo, y desafortunadamente deja entrever que en no pocas ocasiones las palabras en las manos incorrectas han servido para desatar las catástrofes más importantes de la sociedad, visión que es realista pero harto fatalista, ya que las mismas cuando han encontrado resonancia en mentes brillantes y bondadosas han ocasionado también las mejores experiencias.