Frecuentemente imaginamos el futuro bajo la perspectiva del cine comercial, donde todo ocurre en Nueva York o San Francisco, y siempre hay un sometimiento ante la tecnología, y para que la formula resulte debe haber un héroe.
Sin embargo, también la ciencia ficción se encarga de reflejar potenciales escenarios para el futuro, y por lo tanto pueden tener matices regionales, si bien en ocasiones saben a Cosmopolitan en bar de Sanborns, Andrea Chapela explota su estado de chilanga de cepa y nos muestra varios escenarios futuristas, algunos de ellos catastróficos, algunos más cotidianos, y normalmente abordando problemáticas comunes que se expresan de maneras profundas, explorando el humanismo enfrentado a las fuerzas de la naturaleza o de la tecnología.
En once cuentos se abordan los problemas elementales de la humanidad y por supuesto de la literatura, siendo una lectura ágil, bien tejida y escrita de manera inteligente y ágil, un libro muy recomendable ya sea como una serie de buenos cuentos, o si se desea como una gran pieza de ciencia ficción mexicana.